Terra de Negú, está ambientada en el siglo XI en Cataluña. Es el desafío de una serie de personajes frente a la realidad hostil que les envuelve. Es el enfrentamiento ante la adversidad que les sobrepasa. Unen sus fuerzas para obtener lo máximo de cada uno. Los personajes son seres cotidianos que aunan esfuerzos para ofrecer resistencia a sus enemigos, ante las fuerzas del Hombre y de la Naturaleza, del Bien y el Mal. Sus brazos y su ingenio se suman para afrontar aquello que cada uno por separado no puede vencer. Nobles, clérigos, plebeyos, musulmanes y judios se entremezclan con un objetivo común en sus pensamientos… SOBREVIVIR.
Éstas son sus primeras líneas…
Otoño de 1768
Un sendero serpenteante se abre paso entre las escurridizas sombras dibujadas por las encinas y los robles. El aroma del verano queda ya lejano, y los párpados de la vida van cerrándose con las hojas atolondradas y juguetonas que se desploman ya marchitas. Los verdes petulantes dejan paso a los ocres y a los pardos, bajo los ya tenues rayos de Sol y las primeras nieblas del acechante invierno.
Unas pisadas en el camino difuminado por la creciente hojarasca crepitan bajo el peso de unas sandalias embarradas. Un monje conduce de arreata las acémilas cargadas con “los documentos”. Deja atrás la villa leridana de Áger y se dirige al monasterio de Bellpuig de las Avellanas.